Fragmento del mapa de Gràcia de 1889 |
Hoy hablaremos de la calle Torrent de les Flors, situada en la antigua Vila de Gràcia cuya urbanización se empezó a realizar a partir del siglo XIX y como ya explicamos en el caso del “Barri del Joier” los propietarios de los terrenos urbanizados decidían poner el nombre de las calles, como en el caso que hoy nos ocupa. A principios de 1860 se subastan los terrenos de la Masía del siglo XVII conocida como “Ca l’Alegre de Dalt”, entre los que se repartieron los terrenos nos encontramos con el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, quien se hace con la mayor parte de los terrenos y entre otros pequeños propietarios, entre ellos una asociación creada por Miquel Massens i Soler, Ramon Rabassa i Pla y el principal socio y quien actuó como apoderado en esta inversión, Manuel Torrente y Flores. Nacido en 1829 en Ferrol y afincado en Barcelona a mediados de siglo tras hacer fortuna en Cuba. Tras la urbanización de los terrenos, estos les dieron el nombre a las calles que se crearon para poder levantar los edificios, a si pues hoy en Gràcia nos encontramos con la calle Massens, Rabassa y… pues no, no hay ninguna calle Torrente Flores en Gràcia y eso es debido a que ya desde un principio, los habitantes y vecinos del lugar empezaron a llamar a esa calle Torrent de les Flors (torrente de las flores) por encontrar el porqué de esto, hemos de centrarnos en distintos motivos, por un lado la primera industrialización atrajo a las localidades donde se instalaban las fábricas mucha inmigración, pero a diferencia de las inmigraciones posteriores la primera oleada migratoria atrajo a gente procedente del campo catalán, así pues, cuando en 1862 se da el nombre de la calle como Torrente Flores, son muy pocos los familiarizados con el castellano y catalanizan el nombre, en este caso, nos encontraríamos con Torrent Flors y no con Torrent de les Flors, este paso a mi entender se debió dar al mismo tiempo que se catalanizaba el nombre de la vía, no cuesta mucho imaginar que aquella calle, que atravesaba de punta a punta Gràcia, pronto se convirtió en un verdadero torrente en los días de lluvia, uniéndose así a los muchos otros que bajaban por la propia localidad, como el Torrent de l’Olla o la Riera de Sant Miquel, más aún si tenemos en cuenta que por aquel entonces la calle no estaba adoquinada, ya que la licitación del adoquinado se realizó por lo menos treinta alos más tarde, tal y como se puede deducir de la nota aparecida en LaVanguardia el 24 de marzo de 1892 donde dice que “Hoy celebrará sesión de segunda convocatoria, la junta municipal de Gràcia (…) para aprobar (…) el proyecto de subasta de las obras de adoquinado de la calle del Torrente de las flores…” Nótese que en la publicación, se usa el nombre ya de Torrente de las flores, que también aparece ya con este nombre en el mapa elaborado en 1889 por el arquitecto municipal Miguel Barrera y no el de Torrente Flores.
¿Y la opinión de Manuel Torrente que veía como su nombre no perduraría en las calles mientras que la de sus socios sí?, pues bien, según parece no debió importarle demasiado, ya que no se han encontrado ninguna queja de Manuel Torrente, pese a que tenía derecho a imponer su nombre, es má,s fuentes del ayuntamiento de Barcelona dicen que a este no le importó el nombre que adquirió la calle de forma popular y eso que Manuel Torrente tuvo tiempo de quejarse, ya que siguió viviendo en Barcelona hasta 1916. Así pues el nombre oficial pasó a ser Torrent de les Flors durante los periodos de principios del siglo XX en que el catalán podía ser usado de forma oficial, hasta la llegada del franquismo, tras la recuperación de la autonomía la calle volvió a recuperar el nombre que casi desde el inició de la planificación de la misma le fué otorgada por la voz popular. Los tres propietarios aparte de proyectar las tres calles que deberían llevar sus nombres, hicieron una cuarta para la mejor urbanización del lugar, esta lleva en la actualidad el nombre de “Les Tres Senyores” y aparece en el mapa de 1889 como el de las Tres Mujeres, estas no son otras que Mercè Trigola, Teresa Rabassa y Teresa Betet, las tres mujeres de los tres promotores del lugar, por último, mencionar que pese a que el nombre de Torrente Flores no esté asociado a su calle, en 1994 se aprobó que una pequeña plaza situada no muy lejos de allí, en la calle Alzina, lleve su nombre igual que el jardín situado justo al lado; restituyendo la memoria que la voz popular le pudo haber quitado, sin su que el se hubiese opuesto en ningún caso.
Ver Torrent de les Flors o Torrente Flores en un mapa más grande
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Muy interesante....salut
ResponderEliminarGracias Miquel!
EliminarHola Xavier,
ResponderEliminarGracias a esta entrada, hemos podido ver que lo que creíamos un Torrent, era realmente una calle, es muy interesante esta historia de las calles de Gracia que continuas con esta entrada.
Un abrazo de tus amigos tranviarios,
railsiferradures
La verdad es que yo siempre había pensado que era el antiguo cauce de un Torrente, pero resulta que no!
EliminarHola Xavier.
ResponderEliminarPosiblemente el Sr. Torrente encontraría hasta melódico y original el trasvase de su nombre de Torrent Flores a un imaginario torrente de flores bajando calle abajo.
Curiosidades aparte muy buena la documentación.
Un abrazo.
PD La semana que viene recibiras un correo con toda la información de la "Iª Quedada fotográfica de Blogueros "Cazadores de Hermes". Nos vemos!!
Gracias Apu!
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