El motivo de remontar la creación del primer pesebre al siglo XIII deriva del hecho que en 1214 Francisco de Asís (1182 – 1226) se hospedó en Barcelona de camino a su peregrinaje a Santiago de Compostela, según cuenta, el día antes de su partida (parece ser que en vísperas de la natividad) los encargados del hospital así como los otros peregrinos que en él se encontraban le pidieron que se quedara un tiempo más, para honrar tan señalada fecha, él argulló que eso no era posible ya que tenía que partir, pero para que se acordaran de él montó en el establo del hospicio una serie de figuritas que representaban la natividad y donde se podrían reunir para rezar con más fervor.
Esta leyenda, como suele ocurrir guarda algo de verdad ya que Francisco de Asís pasó por Barcelona de camino a Santiago y se hospedó en un hospital de peregrinos existente en el actual Passeig del Dormitori de Sant Francesc, en el mismo lugar, poco después, se creó a instancias de Jaume I el primer convento franciscano en la península (1236), ocupando en un inicio el dicho hospital, durante los siguientes siglos se fue expandiendo por los aledaños, finalmente el convento acabó por desaparecer tras el motín del Torín en 1835.
También es cierto que la mayoría de entendidos atribuyen la representación de la natividad tal como la conocemos hoy en dia a San Francisco de Asís, aunque fechan dicha representación un poco más tarde, en 1223 y en la ermita de Greccio (Italia) por parte de Francisco de Asís, nos parece plausible que esta tradición pronto fuera imitada y perpetuada por los frailes franciscanos ya en los siguientes años y que llegara a la península al instalarse estos en Barcelona, exportando esta tradición.
Independientemente de los orígenes de la representación de la natividad no cabe duda que esta arraigó pronto en Catalunya, donde existe constancia documental ya en el siglo XVI; hasta el punto que en 1858 se crea la primera asociación pesebrista de todo el mundo en Barcelona y casi un siglo más tarde, también en Barcelona tuvo lugar la fundación de la Federación Universal Pesebristica (1952) de ámbito mundial. Hemos de señalar que de todos modos el belén más antiguo de ellos que ha llegado a nuestros días está fechado en 1289 y se encuentra en la iglesia de Santa María la Mayor, en Roma.
Si quereis disfrutar de los pesebres os podéis acercar a cualquier parroquia, aunque si sois o estaréis por Barcelona durante los próximos días no podéis dejar de visitar los instalados en la Plaça Sant Jaume o en el claustro de la Catedral de Barcelona, así como tampoco podéis pasar por alto la exposición de pesebres que cada año se organiza en la iglesia de Betlem.
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